Viale, 1972. Fue un hecho de película: hubo un atraco a un banco, un taxista secuestrado, más de diez empleados y clientes reducidos y una huida en avión. Hubo una banda delictiva que pensó hasta en el mínimo detalle para perpetrar el hecho. Hubo sangre, pero no muertos. Todo ocurrió en la apacible Viale de 1.972.

La sucursal Viale del Banco de Entre Ríos había abierto sus puertas hacía apenas unos minutos. Para que la gente se ubique fácilmente, el hecho sucedió en el antiguo edificio donde funcionaba la entidad bancaria, conocido hoy como “Banco viejo” (esquina de San Martín y 25 de Mayo).

Ni bien abrió al público, un grupo de individuos armados y a cara descubierta asaltó la sucursal y se alzó con un botín de 28 millones de pesos (una cifra altísima para la época).

Los ladrones utilizaron un taxi del que se apoderaron durante esa madrugada en Paraná (con el chofer del coche encerrado en el baúl) y luego de asaltar el banco vialense, se alejaron en un avión que aterrizó en un camino de tierra, a escasos kilómetros de Viale. Si, como escuchó: en un avión que hizo su despegue en un camino polvoriento, a pocos metros del sitio conocido como “puente del asilo”.

No esperaban encontrar tanta plata

Además del gerente, el tesorero y el contador, cuando se produjo el atraco se hallaban trabajando unos diez empleados, a los que deben sumarse los cuatro clientes que se encontraban también en ese momento, y el agente de policía. La mayoría de ellos fueron sometidos por los delincuentes y obligados a tirarse boca abajo sobre el piso. Todos menos el tesorero del Banco, que fue obligado a abrir la caja fuerte.

Al parecer, los maleantes se sorprendieron con la suma que había en el lugar, ya que uno de ellos dijo (según relataron testigos del hecho a la prensa de entonces): “Traigan la bolsa, que aquí hay un vagón de plata”.

La huida

Tras escapar del banco en auto y cuando descendieron del coche para continuar la fuga en un avión – operación que se cumplió en el camino de tierra que une Viale con Tabossi – debieron amenazar y golpear a un agricultor que pasaba por el lugar, ya que iba manejando un tractor en dirección contraria.

¿Y el dinero?

Luego del arqueo practicado por las autoridades del Banco de Entre Ríos, pudo determinarse que el botín con que se alzaron los delincuentes alcanzó la suma de 28.600.000 Pesos Moneda Nacional. Tiempo después, los ladrones fueron atrapados, la banda (supuestamente) desarticulada. Pero en lo que hace al dinero, dinero… Ese jamás apareció.

(Fabricio Bovier/NuevaZona)