Brekel fue sinónimo de pan durante ochenta años en Viale. La primera panadería de la familia fue fundada en 1.934, cuando Guillermo llegó a Entre Ríos proveniente de La Pampa, lugar al que había llegado desde Rusia.
En Viale, y con más ganas que dinero, se instaló en una pequeña casita ubicada en la esquina de Avenida San Martín y 24 de Septiembre. Desde allí comenzó a elaborar pan y masitas. Eligió un nombre para su naciente negocio: “La Esmeralda”.
Luego se casaría con Luisa Riffel, con quien tuvo tres hijos: Tuche, el Puma y Nelly. Fueron ellos quienes continuaron la tradición familiar de elaborar el pan, pero en un lugar que todos recordamos: la tradicional casona de calle Mendoza.
Desde allí y durante unos setenta años, Los Brekel elaboraron pan, galleta, tortas, masitas y facturas.
A las 6 de la tarde se preparaba la masa y un ratito después se encendía el horno. A la 1 de la mañana se armaba el pan y la galleta. Todo estaba listo cerca de las 8 de la mañana, cuando llegaba el primer distribuidor a buscar la mercadería para repartir.
Se trataba de un charré (similar a sulky tirado por caballos) que llevaba el pan y las facturas por las entonces polvorientas calles del pueblo y el campo.
